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.Podría llenar un libro entero contando t mis experiencias de este tipo; ¿pero, cómoodaspodría estar seguro de que eran realmente, después de todo, proyecciones del cuerpo astral? Que unapersona dormida puede ver en un sueño clarividente escenas que se desarrollan en cualquier punto del planoterreno por distante que se encuentre, creyendo haberse proyectado realmente a ese lugar, es un hecho queno puede ponerse en duda.Son muchos los investigadores que lo han demostrado.Yo, por mi parte, tambiénhe podido comprobarlo en infinidad de oportunidades.Puede suceder asimismo, que el sujeto vea hechos yescenas en sus sueños, Que se desarrollan en planos superiores, creyendo luego haberse proyectado a estosplanos del espíritu, cuando, en realidad, su astral no se ha separado un sólo milímetro del cuerpo físico.En realidad, estoy convencido de que ésta es la forma en que ha sido reunida la mayor parte dé la informaciónrelativa a la "vida espiritual"; es decir, que ciertos individuos que han soñado con los planos superiores, afirmanluego haberse proyectado efectivamente, a estos reinos del espíritu.La convicción profunda de estos sujetosde haberse proyectado realmente, proviene de la aparente claridad de los sueños clarividentes.He aquí un punto que debe recordarse: a menudo pueden verse, durante el sueño, distantes escenas y hechosterrenos, sin que medie proyección alguna, adquiriendo el convencimiento de haberse proyectadoefectivamente.Sin embargo, estas experiencias son profundamente diferentes de las correspondientes a unaproyección astral consciente.Así como no puede confundirse con la conciencia física, tampoco hay razónalguna para que se las confunda con la conciencia astral que, en definitiva, no es sino una y la mismaconciencia.No puede haber punto de comparación; por un lado se trata de un sueño, por el otro de un estadode conciencia real.Nadie que haya tenido alguna vez una verdadera proyección consciente puede confundir un sueño clarividentecon una proyección consciente.No podrá haber lugar a confusiones, si se tiene siempre bien presente que unopuede existir fuera del cuerpo físico dotado de la misma lucidez y conciencia que en su interior.LA MUERTE ES TAN SOLO UNA PROYECCION PERMANENTEDe todo este estudio de la proyección astral nos encontrarnos ya en condiciones de extraer una idea bastanteaproximada de lo que acontece en el momento de la muerte.En efecto, después de todo, la muerte no es sinouna proyección permanente, una proyección del cuerpo astral en la que el sujeto no regresa ya a su cuerpofísico.La mayoría de las muertes tienen lugar, a no dudarlo, en estado inconsciente.El doctor Baillie concluye de"todas sus observaciones registradas ante el lecho de muerte, que la naturaleza ha dispuesto las cosas de151 40modo tal que los hombres abandonen el mundo tan inconscientes como a él han venido".Agrega luego esteautor: "En toda mi experiencia no he visto un solo caso en que no se cumpliera esta regla contra cincuenta afavor."Existen, sin embargo, algunos pasos excepcionales, en que la conciencia parece haberse conservado hasta elúltimo momento.Sir Benjamín Brodie, conjuntamente con otros investigadores, ha recopilado varios casos deeste tipo.El profesor Hyslop es autor de un valioso artículo publicado en el boletín de la S.P.R.(junio de1898), sobre "La Conciencia al morir".Destaca este autor el hecho de que el paciente parece muchas vecesser consciente de su propia muerte y que ello no seria teóricamente posible si hubiera de suponerse que lamuerte implica la pérdida de la conciencia, pues ésta no podría ser consciente de su propia extinción.De todolo cual se desprende que la conciencia no se extingue sino que tan sólo abandona al cuerpo.Puede considerarse afortunado aquél a quien la muerte lo torna desprevenido, durante el sueño,manifestándose sin violencia.Una muerte violenta representa un serio shock para la conciencia, imprimiendo la"tendencia" del shock en la mente subconsciente.Esto determina, en muchos casos, que la víctimapermanezca en un estado de semidemencia, en la atmósfera terrena, corno ya vimos en varios ejemplosmencionados en este libro.La tendencia producida por una muerte violenta provoca, frecuentemente, alimprimirse sobre la mente subconsciente, una especie de obsesión en la víctima, impulsándola a vivir una yotra vez su propia muerte en el astral, llevando a veces esta obsesión, incluso, a otros seres.Sin embargo, es perfectamente probable que la proyección permanente (muerte) y la pasajera sean denaturaleza muy semejante, y que, por lo tanto, no haya dos personas que tengan exactamente la mismaexperiencia del "pasaje"' al reino de la muerte; así quizás, unos pasen conscientemente, otros, en estadoparcialmente consciente, y otros, por fin, sin duda la mayoría, totalmente inconscientes.Algunos espíritus queluego retornan, declaran haber tenido una conciencia bastante clara del "pasaje".No estará de más citar, eneste sentido, el caso de un soldado, Dowding, que narró su propia muerte mediante la intervención de unmédium, Tudor-Pole:".Como Ud.ve, me daba mucha prisa por estos hechos  importantes , importantes entonces para mí, peroahora sin ningún valor real [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]
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