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.Y porque no seré utilizado.Por nadie.Se escuchó un sonido apagado al extremo del callejón, el cual podría nohaber sido escuchado por nadie que no lo estuviera esperando.Era el sonidode algo que husmeaba.William miró para abajo y vio, en la penumbra, una forma de cuatropatas que comenzaba a trotar mientras mantenía el hocico cerca del suelo.William midió la distancia cuidadosamente.Declarar la independenciaera una cosa.Asaltar a un miembro de la Guardia era una cosa muydiferente.Hizo oscilar la frágil botella de modo que pudiera aterrizar unos veintepies delante del hombre-lobo.Entonces saltó de las escaleras hasta el bordede un muro y de allí hasta el techo de un escusado, justo cuando el vidrio serompía con un pof dentro del calcetín. Se escuchó un gemido y el sonido de patas que escarbaban.William saltó del techo hasta otro muro, se arrastró por el borde y sebajó en otro callejón.Entonces corrió.Le tomó cinco minutos, ocultándose de manera conveniente y cortandoa través de edificios, llegar hasta los establos de librea.En el alborotogeneral, nadie le notó.Era sólo otro hombre entrando a buscar un caballo.El establo que podía o no contener a Profundo Hueso estaba ocupadopor un caballo ahora.El animal lo miró a lo largo de su nariz. No se dé vuelta, señor Papel  dijo una voz detrás de él.William trató de recordar qué había detrás de él.oh, sí.el guinche delheno.Y grandes bolsas de paja.Abundante lugar para que alguien seescondiera. Está bien  dijo. Hark, hark, los perros ladran  dijo Profundo Hueso.¡Usted debeestar loco! Pero estoy sobre la pista correcta  dijo William.Creo que hemos..hey, ¿está seguro de no haber sido seguido? El Cabo Nobbs estaba sobre mi pista  dijo William.Pero me losacudí. ¡Hah! ¡Camine, dé la vuelta a la esquina y se sacudirá a NobbyNobbs! Oh, no, se mantuvo un buen trecho.Sabía que Vimes haría que mesiguieran  dijo William orgulloso. ¿Por Nobbs? Sí.Obviamente.en su forma de hombre-lobo  Bien.Lo había dicho.Pero hoy era un día de sombras y secretos. En forma de hombre-lobo  dijo Profundo Hueso con voz plana. Sí.Estaré agradecido si no se lo dice a nadie más. El Cabo Nobbs  dijo Profundo Hueso, aún en la misma vozmonótona. Sí.Mire, Vimes me dijo que no. ¿Vimes le dijo que Nobby Nobbs era un hombre-lobo? Bueno.no exactamente.Lo deduje yo mismo, y Vimes me dijo queno se lo dijera a nadie más. Sobre que el Cabo Nobbs sea un hombre-lobo. Sí. El Cabo Nobbs no es un hombre-lobo.De ninguna manera, forma otamaño.Si es humano, eso es otro asunto, pero no es un licr.a linco.unlicantro.un jodido hombre-lobo, ¡eso es seguro!  Entonces, ¿delante de la nariz de quién acabo de soltar una bomba deesencia?  dijo William triunfante.Hubo un silencio.Y entonces se escuchó el sonido de un delgado chorrode agua. ¿Señor Hueso? ¿Qué clase de bomba de esencia?  dijo la voz.Sonaba bastantetensa. Creo que el aceite de escaloña era el ingrediente más activo. ¿Justo delante de la nariz de un hombre-lobo? Más o menos, sí. El señor Vimes se va a volver loco  dijo la voz de Profundo Hueso.Se va a poner completamente Bibliotecario-poo.Va a inventar nuevasmaneras de estar furioso y querrá probarlas todas en usted. Entonces, mejor que consiga el perro de Lord Vetinari lo antes posible dijo William.Sacó su chequera.Le puedo dar un cheque por cincuentadólares, y eso es todo lo que puedo afrontar. ¿Qué es eso? Es como un pagaré. Oh, grandioso  dijo Profundo Hueso.No mucho para mí cuandousted esté encerrado, entonces. En este momento, señor Hueso, hay un par de hombres apestososcazando todos los terrier de la ciudad, por lo que. ¿Terrier?  dijo Profundo Hueso.¿Todos terrier? Sí, y como yo no espero que usted. ¿Como.terrier de pedigrí, o sólo personas que podría suceder que separecen un poco a un terrier? No se veían como si estuvieran inspeccionando papelería.De todosmodos, ¿qué quiere decir,  personas que se parecen a un terrier ?Profundo Hueso se quedó en silencio otra vez.William dijo. Cincuenta dólares, señor Hueso.Al final, un saco de paja dijo: Está bien.Esta noche.Sobre el Puente Aborto.Sólo usted.Er.Yo noestaré allí pero habrá un.mensajero. ¿A nombre de quién tengo que hacer el cheque?  dijo William.No hubo respuesta.Esperó un rato y entonces se acercó hasta unaposición desde donde podía ver del otro lado de los sacos.Se escuchó uncrujido desde ellos.Probablemente ratas, pensó, porque ciertamenteninguna de ellas podía contener un hombre. Profundo Hueso era un cliente muy tramposo.Algún tiempo después de que William se hubiera ido, mirandosubrepticiamente dentro de las sombras, uno de los mozos apareció con uncarrito y comenzó a cargar los sacos.Uno de ellos dijo: Bájeme, señor.El hombre bajó el saco y se abrió cautelosamente.Un pequeño perro parecido a un terrier luchó por salir, sacudiéndosepara quitarse las briznas sueltas.El señor Hobson no alentaba la independencia de pensamiento y lamente inquisitiva, y por 50 peniques al día más toda la avena que pudieranrobar tampoco las conseguía.El mozo miró al perro con ojos de búho. ¿Acabas de decir eso?  dijo. Por supuesto que no  dijo el perro.Los perros no hablan.¿Eresestúpido o algo así? Alguien te está jugando una broma.Gotella de beza,gotella de beza, gran viano. ¿Quieres decir, como, lanzar la voz? Vi un hombre hacerlo en el teatrode variedades. Eso es lo cierto.Mantente en ese pensamiento.El mozo miró a su alrededor. ¿Eres tú el que está jugando, Tom?  dijo. Correcto, soy yo, Tom  dijo el perro.Saqué el truco de un libro.Lanzo mi voz dentro de este perro inofensivo que no puede hablar paranada. ¿Qué? ¡Nunca me dijiste que estabas aprendiendo a leer! Había dibujos  dijo el perro rápidamente.Lenguas y dientes y eso.Muy fácil de entender [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]
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