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.Laparticipación popular en los Estados Republicanos, incluidas lasMonarqu�as Republicanas europeas y los Estados Democr�ticos, selimita a la participación electoral en los comicios, aparecida reci�n en elsiglo veinte con el Sufragio Universal y la incorporación de los padrones39En torno a la anarqu!a - del estado y esas cosas 40del estado y esas cosasdel estado y esas cosasdel estado y esas cosasfemeninos (nótese que a�n las restricciones sobre la participación delos extranjeros en los comicios los excluye tambi�n de estapantomima).En las actuales Democracias, la participación pol�tica est� muy bienorganizada de manera que las decisiones de gobierno sean privilegio deunos pocos.Y de hecho as� debe ser.A�n cuando se aumentara losmiembros de la asamblea hasta alcanzar la mayor�a de la población(cosa de por s� descabellada si seguimos pensando en poblaciones tansobredimensionadas como las actuales) siempre que se hable degobierno se habla de opresión y de exclusión.El Gobierno es algo quese ejerce sobre algo, de manera que se vuelve inevitable la constituciónde un segmento poblacional que no gobierne y que sea gobernado, loque yo llamar�a el pueblo o noGobierno.Pero �cu�l es la función del Estado si no es la de brindar seguridad alos hombres malos desnaturalizados ni expresar la Voluntad General atrav�s de la Ley? La función del Estado es, mal que le pese a Rousseau,proteger la Propiedad Privada.La propiedad sobre la tierra tiene, por lo menos, la misma edad que elsedentarismo y que la agricultura.Apropiarse de la tierra implicabaestablecerse en ella, y para la defensa de esa propiedad era necesariaalguna clase de organización social.Sin entrar en discusión sobre laeventual existencia de un comunismo primitivo o no, podemosconsiderar que esas primeras organizaciones sociales han idoevolucionando hacia lo que somos ahora.No me resultar�a extra�o quedichas sociedades comenzaran a organizarse de forma vertical a partirde un Jefe o un grupo de Jefes que establecieran las normas quehabr�an de regir el comportamiento de todos.Esa regulación normal,ese nomos a�n no separable tal vez de la physis, evolucionó tambi�njunto al lenguaje y se ligó en el tr�nsito a la palabra.La sabidur�aimplicada en la administración y en la defensa, as� como en laperdurabilidad del Poder, es condición necesaria para la supervivenciade aquellas sociedades.De otra manera no habr�an sobrevivido o, loque es tal vez m�s adecuado, podemos decir que, justamente por eso,han sobrevivido solamente las m�s capaces.Esta capacidad esinseparable de un saber que conocimos privativo de las clases o castasdominantes.La palabra nos llega, nuevamente a trav�s de los antiguosgriegos, inseparable del saber.El mito fue el instrumento capaz dedarle a estas sociedades la continuidad en la descendencia, sirviendopara construir identidad o redundando en ella.Esta identidad m�ticalleva consigo una normativa propia asumida como Ley Natural, esdecir, como una obediencia primaria a lo que habr�a de vivirse comoVerdad manifiesta y �nica.El mito no separa nomos de Physis.Lohumano y lo divino se relacionaban de tal manera que la interpretaciónde una naturaleza vertical a la que solamente pod�a obedecerse, queganaba por la fuerza a una humanidad impotente, se manifestaba enuna normativa religiosa y social indiferentes que formaron parte de la40En torno a la anarqu!a - del estado y esas cosas 41del estado y esas cosasdel estado y esas cosasdel estado y esas cosasideolog�a com�n.La vida era como la contaba el mito, y la funciónsocial de cada individuo se asum�a a trav�s de �l como parte de esanaturalidad incuestionable, a�n sin haberse desarrollado todav�a,quiz�s, la conciencia individual, al menos como la consideramos ahora.Es duro pensar que tal vez esta �ltima condición sea la �nica quesignificativamente ha cambiado desde aquella �poca.De cualquier manera, la palabra, oral en el mito, escrita despu�s, reflejael saber de una comunidad y la transmisión del mismo a generacionesfuturas, y condensa sobre s� la expresión m�s integral de la cultura quela produce.No digo que no haya aspecto de la cultura o del lenguajeque quede fuera de la órbita de la palabra.De hecho, lasrepresentaciones m�ticas contaban con una carga est�tica y gestual queformaban parte de lo que se representaba porque participaban de lainstancia de comunicación y hac�an a la vivencia madre de la idea.As�los miedos y las alegr�as, las fealdades y bellezas, los valores sinn�mero,eran vivenciados por la comunidad a trav�s del mito como quienaprende actualmente de la experiencia m�s que del discurso.Y es queaquella transmisión carec�a de las pretensiones actuales de precisión,simplemente porque a�n no se hab�a producido el desmembramientodel saber que dio lugar al conocimiento, y por lo tanto no se hab�aestablecido a�n la confusión que padecemos.No es que en esostiempos hubiera m�s claridad, sino que hab�a menos elementos.Dehecho a�n no exist�a tal noción; a�n los elementos no exist�an.De esta forma la normativa de la organización social, y con ella laPropiedad, fue transportada hacia el futuro como parte de unaideolog�a que todav�a no la separaba de la Physis.La Jefatura y laPropiedad habr�an de estar ligadas entre s� a trav�s de un sometimientotomado por natural por Jefes y comunes.De hecho la etimolog�a de lapalabra Poder nos remonta a poti, palabra indoeuropea que significa"Jefe", de la cual deriva la palabra griega despotes.Quiero decir que elPoder exist�a en tanto condición de superioridad relativa de un Jefegarante y protector de la Propiedad, m�s all� de si �sta fueraconsiderada com�n o privada.En realidad, si asumimos que laconciencia evolucionó desde una masificación tot�mica hacia unaindividualidad creciente, es factible suponer que aquella propiedad sólopod�a ser com�n.Pero, en cualquier caso, el sometimiento en manos deun garrote primitivo, haya aparecido antes o despu�s, terminó porprivar de la propiedad al d�bil, y por establecer desde la fuerza unfuturo Derecho de Propiedad, heredado a trav�s de la organizaciónsocial fundada en Ley.La institución de la Polis aparece en una sociedad que claramentedistingu�a entre Libres y esclavos, y que establec�a fundamentalmenteesta distinción a partir de una herencia familiar que reg�a tanto para laciudadan�a (o la pertenencia a la Polis) como para la Propiedad.Losdemos eran habitados por politikós habilitados como tales para laparticipación en la ekklesia y por esclavos, extranjeros y mujeres que,41En torno a la anarqu!a - del estado y esas cosas 42del estado y esas cosasdel estado y esas cosasdel estado y esas cosasya se ha dicho, no lo estaban.De esta forma la institucionalidadbregaba por los intereses de los propietarios y as� cumpl�a la función degendarme de la Propiedad.Quiero decir que a�n en esa democraciaateniense convertida en mito de la modernidad, la interdependenciaentre la institucionalidad del Poder y la Propiedad se manifiesta a talpunto que la desmitifica en tanto expresión de alguna clase de garant�ade libertad [ Pobierz całość w formacie PDF ]
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.Laparticipación popular en los Estados Republicanos, incluidas lasMonarqu�as Republicanas europeas y los Estados Democr�ticos, selimita a la participación electoral en los comicios, aparecida reci�n en elsiglo veinte con el Sufragio Universal y la incorporación de los padrones39En torno a la anarqu!a - del estado y esas cosas 40del estado y esas cosasdel estado y esas cosasdel estado y esas cosasfemeninos (nótese que a�n las restricciones sobre la participación delos extranjeros en los comicios los excluye tambi�n de estapantomima).En las actuales Democracias, la participación pol�tica est� muy bienorganizada de manera que las decisiones de gobierno sean privilegio deunos pocos.Y de hecho as� debe ser.A�n cuando se aumentara losmiembros de la asamblea hasta alcanzar la mayor�a de la población(cosa de por s� descabellada si seguimos pensando en poblaciones tansobredimensionadas como las actuales) siempre que se hable degobierno se habla de opresión y de exclusión.El Gobierno es algo quese ejerce sobre algo, de manera que se vuelve inevitable la constituciónde un segmento poblacional que no gobierne y que sea gobernado, loque yo llamar�a el pueblo o noGobierno.Pero �cu�l es la función del Estado si no es la de brindar seguridad alos hombres malos desnaturalizados ni expresar la Voluntad General atrav�s de la Ley? La función del Estado es, mal que le pese a Rousseau,proteger la Propiedad Privada.La propiedad sobre la tierra tiene, por lo menos, la misma edad que elsedentarismo y que la agricultura.Apropiarse de la tierra implicabaestablecerse en ella, y para la defensa de esa propiedad era necesariaalguna clase de organización social.Sin entrar en discusión sobre laeventual existencia de un comunismo primitivo o no, podemosconsiderar que esas primeras organizaciones sociales han idoevolucionando hacia lo que somos ahora.No me resultar�a extra�o quedichas sociedades comenzaran a organizarse de forma vertical a partirde un Jefe o un grupo de Jefes que establecieran las normas quehabr�an de regir el comportamiento de todos.Esa regulación normal,ese nomos a�n no separable tal vez de la physis, evolucionó tambi�njunto al lenguaje y se ligó en el tr�nsito a la palabra.La sabidur�aimplicada en la administración y en la defensa, as� como en laperdurabilidad del Poder, es condición necesaria para la supervivenciade aquellas sociedades.De otra manera no habr�an sobrevivido o, loque es tal vez m�s adecuado, podemos decir que, justamente por eso,han sobrevivido solamente las m�s capaces.Esta capacidad esinseparable de un saber que conocimos privativo de las clases o castasdominantes.La palabra nos llega, nuevamente a trav�s de los antiguosgriegos, inseparable del saber.El mito fue el instrumento capaz dedarle a estas sociedades la continuidad en la descendencia, sirviendopara construir identidad o redundando en ella.Esta identidad m�ticalleva consigo una normativa propia asumida como Ley Natural, esdecir, como una obediencia primaria a lo que habr�a de vivirse comoVerdad manifiesta y �nica.El mito no separa nomos de Physis.Lohumano y lo divino se relacionaban de tal manera que la interpretaciónde una naturaleza vertical a la que solamente pod�a obedecerse, queganaba por la fuerza a una humanidad impotente, se manifestaba enuna normativa religiosa y social indiferentes que formaron parte de la40En torno a la anarqu!a - del estado y esas cosas 41del estado y esas cosasdel estado y esas cosasdel estado y esas cosasideolog�a com�n.La vida era como la contaba el mito, y la funciónsocial de cada individuo se asum�a a trav�s de �l como parte de esanaturalidad incuestionable, a�n sin haberse desarrollado todav�a,quiz�s, la conciencia individual, al menos como la consideramos ahora.Es duro pensar que tal vez esta �ltima condición sea la �nica quesignificativamente ha cambiado desde aquella �poca.De cualquier manera, la palabra, oral en el mito, escrita despu�s, reflejael saber de una comunidad y la transmisión del mismo a generacionesfuturas, y condensa sobre s� la expresión m�s integral de la cultura quela produce.No digo que no haya aspecto de la cultura o del lenguajeque quede fuera de la órbita de la palabra.De hecho, lasrepresentaciones m�ticas contaban con una carga est�tica y gestual queformaban parte de lo que se representaba porque participaban de lainstancia de comunicación y hac�an a la vivencia madre de la idea.As�los miedos y las alegr�as, las fealdades y bellezas, los valores sinn�mero,eran vivenciados por la comunidad a trav�s del mito como quienaprende actualmente de la experiencia m�s que del discurso.Y es queaquella transmisión carec�a de las pretensiones actuales de precisión,simplemente porque a�n no se hab�a producido el desmembramientodel saber que dio lugar al conocimiento, y por lo tanto no se hab�aestablecido a�n la confusión que padecemos.No es que en esostiempos hubiera m�s claridad, sino que hab�a menos elementos.Dehecho a�n no exist�a tal noción; a�n los elementos no exist�an.De esta forma la normativa de la organización social, y con ella laPropiedad, fue transportada hacia el futuro como parte de unaideolog�a que todav�a no la separaba de la Physis.La Jefatura y laPropiedad habr�an de estar ligadas entre s� a trav�s de un sometimientotomado por natural por Jefes y comunes.De hecho la etimolog�a de lapalabra Poder nos remonta a poti, palabra indoeuropea que significa"Jefe", de la cual deriva la palabra griega despotes.Quiero decir que elPoder exist�a en tanto condición de superioridad relativa de un Jefegarante y protector de la Propiedad, m�s all� de si �sta fueraconsiderada com�n o privada.En realidad, si asumimos que laconciencia evolucionó desde una masificación tot�mica hacia unaindividualidad creciente, es factible suponer que aquella propiedad sólopod�a ser com�n.Pero, en cualquier caso, el sometimiento en manos deun garrote primitivo, haya aparecido antes o despu�s, terminó porprivar de la propiedad al d�bil, y por establecer desde la fuerza unfuturo Derecho de Propiedad, heredado a trav�s de la organizaciónsocial fundada en Ley.La institución de la Polis aparece en una sociedad que claramentedistingu�a entre Libres y esclavos, y que establec�a fundamentalmenteesta distinción a partir de una herencia familiar que reg�a tanto para laciudadan�a (o la pertenencia a la Polis) como para la Propiedad.Losdemos eran habitados por politikós habilitados como tales para laparticipación en la ekklesia y por esclavos, extranjeros y mujeres que,41En torno a la anarqu!a - del estado y esas cosas 42del estado y esas cosasdel estado y esas cosasdel estado y esas cosasya se ha dicho, no lo estaban.De esta forma la institucionalidadbregaba por los intereses de los propietarios y as� cumpl�a la función degendarme de la Propiedad.Quiero decir que a�n en esa democraciaateniense convertida en mito de la modernidad, la interdependenciaentre la institucionalidad del Poder y la Propiedad se manifiesta a talpunto que la desmitifica en tanto expresión de alguna clase de garant�ade libertad [ Pobierz całość w formacie PDF ]